lunes, 11 de junio de 2012


¿Cuántos tipos de glóbulos blancos hay en la sangre humana?

Los glóbulos blancos de la sangre son de dos tipos principales: los granulosos, con núcleo multilobulado, y los no granulosos, que tienen un núcleo redondeado.

Los leucocitos granulosos o granulocitos son las células con núcleo más abundantes en la sangre. Estas células fagocitan (ingieren) los antígenos que penetran en el cuerpo, sobre todo si estos antígenos han sido recubiertos en la sangre por inmunoglobulinas o por proteínas del sistema del complemento del Sistema inmunológico. Una vez ingeridos, los antígenos suelen ser destruidos por las potentes enzimas de los granulocitos.

  •  Los tipos de granulocitos  (glóbulos blancos) son:


  1. Neutrófilos: que fagocitan y destruyen bacterias;
  2. Eosinófilos: que aumentan su número y se activan en presencia de ciertas infecciones y alergias.
  3. Basófilos: que segregan sustancias como la heparina, de propiedades anticoagulantes, y la histamina que estimula el proceso de la inflamación.
  4. Los linfocitos desempeñan un papel importante en la producción de anticuerpos y en la inmunidad celular. En algunos aspectos, los linfocitos son las células más importantes del sistema inmunológico.
  5. Los monocitos constituyen un pequeño porcentaje de la totalidad de las células sanguíneas; cuando se encuentran localizados en los tejidos, fuera de la circulación sanguínea, experimentan cambios físicos y morfológicos, y reciben el nombre de macrófagos.

  •  Existen dos tipos principales de linfocitos:

  1. Los linfocitos B: son responsables de la inmunidad humoral o serológica; es decir, los linfocitos B y sus descendientes directos, que reciben el nombre de células plasmáticas, son las células responsables de la producción de unos componentes del suero de la sangre, denominados inmunoglobulinas.
  2. Los linfocitos T: son responsables de la inmunidad celular; es decir, atacan y destruyen directamente a los antígenos. Estas células también amplifican o suprimen la respuesta inmunológica global, regulando a los otros componentes del sistema inmunológico, y segregan gran variedad de citoquinas. Los linfocitos T constituyen el 70% de todos los linfocitos.

  • Tanto los linfocitos T como los linfocitos B tienen la capacidad de recordar, desde el punto de vista bioquímico, una exposición previa a un antígeno específico, de manera que si la exposición es repetida puede producirse una destrucción más eficaz del antígeno.
  • Al igual que los granulocitos, los monocitos también ingieren sustancias extrañas, interaccionan con las inmunoglobulinas y con las proteínas del complemento, y contienen enzimas potentes dentro de su citoplasma.

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    Sin embargo, los monocitos alteran además los antígenos, haciendo que la respuesta inmune de los linfocitos, sea más fácil y más eficaz.



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